Y esto que no se abre…
En la cocina, como en cualquier aspecto de la vida diaria, el detalle más simple puede dar más de un quebradero de cabeza. Es lógico: nadie nace enseñado y, por muy fácil que parezca algo cuando nos dan la solución, siempre tiene que haber una primera vez para que aprendamos las cosas. Así que vamos a dar un puñado de grandes soluciones para pequeños problemas… a la hora de abrir recipientes en la cocina.
Situación 1: habéis guardado un tupper en el congelador y ahora es imposible abrirlo. Bastará con que remojéis la tapa con agua del grifo y veréis cómo se desprende en un periquete.
Situación 2: se os resiste ese bote de confitura, garbanzos o zanahorias envasadas. Dadle unos golpecitos en el borde de la tapa contra la mesa o la encimera, y al entrar aire se abrirá fácilmente. Utilizad un paño fino para cubrir la tapa y no haceros daño en las manos.
Situación 3: no podéis abrir la tapa a rosca de la botella de refresco. Poneos un guante de goma y no tardaréis ni un segundo más.
Situación 4: habéis dejado enfriar una olla tapada con comida en su interior y la tapa se ha quedado adherida. En lugar de ponerla bajo el grifo de agua fría, que es la reacción natural, calentadla unos minutos a fuego suave y la tapa se despegará como por arte de magia.
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